Las empresas familiares ven el futuro con optimismo y confían en su capacidad para seguir creciendo a medio plazo. Así se desprende de la quinta edición del Barómetro de la Empresa Familiar, elaborado por KPMG en colaboración con las Asociaciones Territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar, y en el cual el 70% de los encuestados muestra una impresión “positiva” de la situación económica que tendrá su compañía en los próximos 12 meses.
- El 70% de los encuestados confía en una evolución positiva de su compañía en los próximos 12 meses y tres de cada cuatro aseguran haber aumentado la facturación durante el último ejercicio.
- Las buenas perspectivas impulsan las nuevas inversiones en los planes estratégicos: la mejora de la rentabilidad y el aumento de las ventas son las dos principales prioridades, pero cobran fuerza la inversión en talento e innovación.
- La incertidumbre política es señalada por el 55% de las compañías como el mayor desafío, seguido del aumento de la competencia (47%) y la disminución de la rentabilidad (35%).
Analizados los resultados de las ediciones anteriores, se observa una continuidad de la tendencia iniciada hace algunos ejercicios. Si en 2013 sólo el 42% de las empresas familiares tenían una perspectiva positiva de la evolución de sus negocios, en 2014 y los años posteriores se registró una recuperación significativa de la confianza (64%, 79% y 70%, respectivamente).
Algo similar ocurre en las empresas familiares europeas, donde una amplia mayoría (72%) manifiesta una opinión positiva respecto a las expectativas de crecimiento, aunque lo hacen también en menor medida que el año pasado (75%).
La confianza en el futuro se apoya en los buenos resultados alcanzados este año en términos de facturación, empleo e internacionalización. Así, el 75% de las empresas familiares han aumentado su volumen de ventas en el último ejercicio (solo un 54% en el conjunto de Europa) mientras que solamente un 11% lo ha reducido. En términos de empleo, un 93% ha aumentado o mantenido su platilla y el 74% declara ya tener presencia en mercados extranjeros.
DOS ASPECTOS PRIORITARIOS: INNOVACIÓN Y TALENTO
Respaldadas por las buenas perspectivas, las empresas familiares incluyen nuevas inversiones en sus planes estratégicos. A la hora de establecer sus metas, los negocios familiares continúan priorizando la mejora de la rentabilidad y el aumento de la facturación, pero dos áreas se abren paso y toman cada vez más fuerza: la innovación y el talento.
De este modo, mejorar la rentabilidad es la principal prioridad para el 55% de las compañías que han participado en esta edición del Barómetro. A continuación, le siguen el incremento de la facturación (52%), el aumento de la innovación (21%) y la diversificación en nuevos productos y servicios (20%). Respuestas similares ofrecen las empresas familiares del conjunto de Europa.
En opinión de Juan José Cano, socio responsable de Mercados y de Empresa Familiar de KPMG en España, “para mantenerse competitivo es imprescindible ser innovador y contar con personal altamente cualificado, y de ello son conscientes las empresas familiares, que apuestan hoy más que nunca por invertir en innovación, nuevas tecnologías, contratación y formación”.
El buen tono de las perspectivas a un año lleva a las empresas familiares a contemplar mayoritariamente (un 84%) planes de inversión en los próximos 12 meses, que estarán enfocados a desarrollar la actividad principal de la compañía (78%), a implementar nuevas tecnologías (52%) y a abrir mercado en el exterior (47%).
INCERTIDUMBRE Y COMPETENCIA, LOS GRANDES DESAFÍOS
A pesar del optimismo generalizado, las empresas familiares se enfrentan también a un entorno complejo que no está exento de retos. En este sentido, un 55% apunta a la incertidumbre política vivida durante el último año como el mayor desafío al que se enfrentan en la actualidad. El aumento de la competencia, señalado por un 47%, y la disminución de la rentabilidad, destacada por un 35%, le siguen como los principales obstáculos observados por las empresas familiares españolas.
En el caso de las compañías europeas, la percepción de los desafíos mantiene una tendencia similar, aunque con peso diferente de cada uno de ellos. Así, la incertidumbre política (37%) y la guerra por el talento (37%) comparten la primera posición en cuanto a retos del entorno, seguidos, de nuevo, por una mayor competencia (36%) y por el descenso de la rentabilidad (33%).
LA IMPORTANCIA DEL LEGADO
Otro elemento característico de la empresa familiar es la propiedad de la misma y los planes de sucesión que contemplan para que perdure el negocio. Uno de cada cinco encuestados admite que a lo largo de los próximos 12 meses traspasará la gestión, la titularidad o el gobierno de la compañía a la siguiente generación, mientras que solo el 7% reconoce que está pensando en vender la sociedad.
La importancia del legado en la empresa familiar se confirma con el hecho de que un 58% declara que la siguiente generación ya ocupa cargos directivos en la compañía. En todo caso, desde hace años se observa una mayor tendencia a dar entrada en este tipo de compañías a gestores y directivos ajenos a la familia: en esta edición, un 87% admite haberlo hecho ya.
En la misma línea, el gobierno corporativo, los planes de sucesión y el control de la compañía son, por este orden, los tres principales factores que garantizan el éxito de una empresa familiar, que no es ajena a la enorme transformación a la que se está viendo sometida por el avance de la era digital. Prueba de ello es que el 49% de los encuestados identifica como mayor reto el constante cambio al que se ve sometido el entorno empresarial.