Reclama un pacto educativo, un contrato único y la simplificación del mercado regulatorio.
El Instituto de la Empresa Familiar (IEF) plantea 50 reformas para aumentar el tamaño de las empresas y, de esa forma, favorecer el crecimiento, la creación de empleo, la mejora de la competitividad y la internacionalización. En un trabajo sobre La dimensión empresarial como factor de competitividad, destaca, como punto clave de esas reformas, la necesidad imperiosa de alcanzar un pacto de Estado para la Educación. Además de educación, las reformas se centran en fiscalidad, mercado laboral, administraciones públicas y regulación.
El estudio constata que el tejido empresarial está muy atomizado, con 3,24 millones de empresas activas, de las que solo el 0,7% cuentan con más de 50 trabajadores frente al 3% de Alemania o el 1,2% de la media de la UE. Las empresas españolas tienen una media de 4,5 empleados frente a 5,8 de la UE, es decir, un 22,4% menos. Esta menor dimensión hace que la empresa española tenga menor productividad, menor grado de internacionalización, menor inversión en I+D, menor estabilidad del tejido empresarial, menor esperanza de vida y, consecuentemente, menor empleo.
Según el informe, el principal factor determinante de esa menor dimensión es la calidad del capital humano, de acuerdo con la opinión de los empresarios. Además, otros factores que inciden son, de mayor a menor, el mercado de trabajo, las barreras regulatorias, la eficiencia de las Administraciones Públicas, el sistema fiscal y los mercados financieros.
El pacto de Estado por la Educación que plantea debe ser elaborado, según el IEF, por expertos independientes, con la participación de los agentes implicados y el consenso político. En ese sentido, Juan Corona, director general del Instituto, subrayó que, en lugar de tener un sistema estable, «hemos hecho todo lo contrario, cambiando constantemente el modelo educativo». Corona recalcó, al respecto, que falta formación profesional y que España cuenta con el porcentaje de personas más alto con formación más baja. La conclusión del estudio es que «a mayor calidad del sistema educativo y mayor nivel de formación profesional, mayor dimensión de las empresas».
El IEF, que agrupa a las empresas familiares del país, también reclama un contrato fijo único «que aglutine las actuales modalidades de indefinido, circunstancias de la producción y obra o servicio determinado con indemnización creciente en el tiempo». Igualmente, aboga por la flexibilización del contrato al tiempo parcial, con una regulación más abierta, de manera que el número de horas anuales se pueda repartir a lo largo del ejercicio según las necesidades de producción. También pide más movilidad geográfica y funcional.
El IEF plantea, asimismo, la creación de un sistema de capitalización individualizado que agrupe la pensión y las indemnizaciones a lo largo de la vida laboral, conocido como mochila austriaca.
Asimismo, el estudio considera imprescindible simplificar y racionalizar el marco regulatorio y normativo ante «la actual maraña existente, responsable en gran medida del menor crecimiento de las empresas». Además, el estudio apunta la necesidad de someter, de forma obligatoria, a todos los entes públicos y administraciones a las auditorías privadas para controlar el dinero público de forma correcta.
En el campo fiscal, propone eliminar los tributos que dificulten el inicio de una actividad económica y una mayor colaboración entre la Agencia Tributaria y la Seguridad Social en la lucha contra el fraude. Asimismo, pide adecuar las cotizaciones sociales activos los estándares internacionales.
En financiación, solicita fomentar el ahorro y el patrimonio y desarrollar fuentes alternativas al crédito bancario.