Hermanos Ladrón de Guevara C.B es una empresa familiar dedicada exclusivamente a la fabricación de diversos objetos de madera, centrando su actividad en la restauración de antigüedades y la fabricación de marcos y molduras de estilo. Todo esto comenzó siendo un pequeño taller de restauración creado por nuestro padre en el año 1970, en el que Francisco Ladrón de Guevara trabajó recordando lo que había descubierto de alguno de sus maestros y de la observación detenida y meditada del arte antigüo.
Los hermanos Ladrón de Guevara mantienen vivo el oficio de la restauración de obras de arte, la reproducción de piezas antiguas y la fabricación de marcos, ahora en San Isidro.
Un pequeño taller de restauración creado en 1970 por Francisco Ladrón de Guevara fue el inicio de todo. Casi medio siglo después, sus hijos, José Luis y Francisco, siguen dando forma a un oficio del que ya quedan pocos maestros en Granada. «Estamos nosotros, Cecilio Reyes y poco más, que yo sepa», señala José Luis Ladrón de Guevara. En 1980 ambos hermanos se hicieron cargo de la dirección de la empresa y tras más de treinta años de andadura han logrado conservar su esencia y mantener intacto el espíritu con el que su padre decidió emprender su aventura en solitario tras aprender de los mejores maestros granadinos.
Durante todo este tiempo su emblemático enclave ha sido el número 22 de la calle Elvira. Sin embargo, este año han decidido dar un giro a su historia. Este viernes inauguran un nuevo local en la plaza San Isidro, justo en la esquina donde se inicia la subida hacia la fábrica de Cervezas Alhambra. «Nos salió la oportunidad, un local emblemático también y con cierta historia, ya que aquí ha habido durante muchos años un negocio de cerámica árabe granadina», recuerda José Luis. Efectivamente, ahí se encontraba antes Cerámica Árabe San Isidro, casa funda en 1659 que estuvo ubicaba en esta misma esquina desde 1967 hasta hace pocas fechas.
En su nueva tienda los hermanos Ladrón de Guevara mantienen su exposición y taller de marcos al estilo de su pequeño rincón de calle Elvira, aunque ahora son más visibles y cuentan con más espacio y unos escaparates que han dejado minúsculo el de su antiguo local. «Para nosotros este cambio es casi una cuestión personal. Nos quedan diez o quince años trabajando en esto y este proyecto nos hacía mucha ilusión», explica Paco, quien reconoce que la demanda de objetos como los que ellos fabrican de manera cien por cien artesanal «ha bajado».
Por toda España
«Seguimos funcionando porque estamos abiertos al mercado nacional», apunta José Luis. Sus clientes se reparten por toda la geografía nacional, aunque también reciben pedidos desde países como Inglaterra. En su oficio quedan pocos y «tampoco hay aprendices, ni talleres ni faenas como para que haya muchos». Entre sus clientes hay tiendas de antigüedades de Madrid, de Sevilla o de Toledo. «Vivir con Granada solo sería imposible», se sincera José Luis. No obstante, ambos esperan que su nueva ubicación despierte la curiosidad de sus vecinos y le permita tener más visibilidad.
Los hermanos Ladrón de Guevara trabajan en la restauración de obras de arte, en la reproducción de piezas antiguas y en la fabricación de marcos. «Últimamente está tirando un poco más la enmarcación que la restauración pero hay poca diferencia de demanda», señalan. Los tiempos cambian y el estilo barroco de sus obras choca con los gustos más ‘suecos’ de las actuales generaciones. «La gente joven se va más al minimalismo, al cristal, acero, aluminio… Esto, si no lo has vivido en tu casa, se observa como algo un poco obsoleto. Pero sigue habiendo grandes casas o cortijos donde siempre queda mejor un buen mueble barroco o una buena consola a la entrada o una pintura. Es cierto que los coleccionistas de antes ya son menos y que el gusto de la gente que viene detrás no es el mismo», desgrana Paco.
Aun así, ellos afrontan cada jornada con la misma ilusión y tienen claro que disfrutan más de su oficio cuando se enfrentan a un labrado barroco sobre madera o un dorado en oro de ley. Pero tampoco desechan amoldarse a los nuevos gustos estéticos. José Luis detalla que las galerías de arte «se han enfocado también un poco al minimalismo, a un marco que casi no lleve marco, y por ello hemos sacado unas líneas más modernas, avanzando un poco a la demanda, que nos pide oros muy envejecidos y que no brillen y líneas más estrechas».
Retablos y capillas
En su trayectoria hay grandes hitos de la restauración, tanto en Granada como en otras ciudades. Fueron los encargados de restaurar el retablo del altar mayor de la Iglesia de San Juan de Letrán (Monumento Nacional del S.XVII atribuido a Alonso Cano). También es obra suya la restauración de las capillas del Convento de las Carmelitas Calzadas, de la capilla para el edificio del Ilustre Colegio Notarial de Granada, de la capilla de la Clínica de San Rafael y del retablo del Convento de las Divinas Infantitas de Granada. Aunque, sin duda, uno de los trabajos que recuerdan con más orgullo en su carrera es el de la restauración del retablo de la Puerta de la Justicia en la Alhambra de Granada. Han creado diversas piezas para la Basílica de San Juan de Dios, como reclinatorios, urnas y marcos, el retablo para las Iglesias de Tozar y Limones (Granada) o la construcción completa del altar mayor de la Iglesia de San Pedro en Almería.
En la provincia vecina también restauraron el altar mayor y los retablos de las capillas de la Iglesia del Convento de las Concepcionistas Franciscanas. Trabajos suyos pueden verse también en museos como los de Bellas Artes de Granada, Sevilla y Huelva, el Museo Municipal de Antequera o en el Casa de los Pisa en Granada. Marcos creados por los Ladrón de Guevara han colgado de las paredes del Museo del Prado, aunque el más famoso es el que el Ayuntamiento de Granada regaló a los hoy reyes de España, Felipe y Leticia, con motivo de su boda siendo príncipes.