Solo el 35% de las empresas familiares traspasará la gestión a la siguiente generación.
“La empresa familiar española es optimista ante el futuro próximo y presenta mejores indicadores de facturación, contratación y presencia exterior que la media europea”. Esta es la principal conclusión extraída del barómetro 2015, elaborado por la auditora KPMG en colaboración con el Instituto de la Empresa Familiar. En España, en torno al 85% de las compañías tiene un legado de familia, la inmensa mayoría son pymes.
La empresa familiar española se encuentra en su mejor momento desde la primera edición del barómetro efectuado en diciembre de 2013. “Las expectativas de evolución económica y los principales indicadores de negocio son más optimistas que la media europea y plantean un escenario alentador para el año que entra”, según Juan José Cano, socio responsable de empresa familiar de KPMG en España.
A pesar de los buenos augurios, los empresarios muestran una preocupación clara: el relevo generacional. Y tanto es así que, según el informe, “solo el 35% de las empresas familiares traspasará la gestión de la compañía a la siguiente generación. En Europa este dato desciende al 26%.”.
Además, no todas están preparadas para afrontar esta situación de forma inmediata, es por ello que, activar el espíritu empresarial en las generaciones venideras, es una prioridad.
El relevo generacional preocupa a los empresarios
El portal especializado Laempresafamiliar.com también recoge que “ocho de cada 10 empresas tendrían problemas en caso de que su máximo responsable dejara la compañía forma repentina”. Por eso, según su director, Boris Matijas, “apuntar al asesoramiento como fórmula para manejar las dinámicas específicas que viven estas empresas, es una buena solución”.
Otro de los pilares básicos a la hora de acometer el relevo generacional en una empresa es la enseñanza adquirida. “El objetivo principal de todo propietario de empresa familiar es garantizar la supervivencia del negocio y poder dejarlo en manos de sus hijos y nietos en el futuro”, cuentan los expertos.
Aunque añaden: “Esto implica que la generación al mando debe ser la encargada de enseñar a los herederos”. Igualmente, para despertar interés en los nuevos directivos habrá que hacer hincapié en una formación específica, así como el conocimiento (y a ser posible, experiencia laboral) de todas las áreas de la firma.
En la actualidad está en auge la tendencia de vender una empresa a terceros y perder el control familiar de la misma; sin embargo, los expertos creen que “alentando a los jóvenes empresarios venideros y dándoles libertad en su gestión empresarial, se puede lograr un traspaso exitoso”.
Y es que, prepararse para el futuro no es algo primordial en las agendas de las empresas familiares. Además, los datos reflejan que casi siempre es tratado como una cuestión informal sin estar provistos, en la mayoría de ocasiones, de los mecanismos pertinentes de buen gobierno. Dichos mecanismos pasan por los códigos internos de conducta, los pactos entre socios, consejos familiares o un consejo de administración formal.