Nació en 1886 como una tienda de ultramarinos y su fundador, atendiendo a la demanda de su público, comenzó a vender café; una decisión que les ha permitido llegar hasta la cuarta generación.
A lo largo de cien años, los productos de Cafés El Criollo han formado parte de los desayunos y meriendas de los aragoneses. Esta empresa familiar de Zaragoza nació a finales del siglo XIX como una tienda de ultramarinos en la que se vendían legumbres, embutidos o materiales de limpieza. Sin embargo, el café verde sin tostar era uno de sus bienes más demandados. Por eso, fue evolucionando hasta convertirse en un comercio dedicado a este tipo de bebida, y su oferta se ha ido adaptando a la demanda de sus clientes.
La historia de esta pyme es una muestra de cómo la especialización puede ayudar a que un pequeño negocio llegue hasta la cuarta generación. Su fundador, Santiago Lascasas, se dio cuenta de que su público prefería llevarse el café ya tostado para su consumo, así que compró maquinaria que le permitía preparar pequeñas cantidades. Después de un tiempo, alcanzó tal éxito que decidió registrar la marca en 1910 y, tiempo más tarde, creó su propio sistema de envoltura o estuches para azúcares. (más…)
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