Tras la muerte del fundador, durante la Guerra Civil, María Rojas decidió continuar con la confitería que junto a su esposo había creado. Desde entonces, los vecinos la renombraron como la confitería de la viuda.
En 1939, Manuel López se convertía en una víctima de la Guerra Civil. A su muerte, dejaba mujer, dos hijos y un negocio floreciente. Esta tragedia marca los inicios de una marca de confitería que ha endulzado la vida de los españoles desde 1927 y que hoy dirige su nieto, también Manuel López. «Me llamo igual que mi abuelo y no hay nada que me haga estar más orgulloso», reconoce el consejero delegado de Delaviuda Confectionery Group. (más…)