La Hacienda de Isabel, tradición familiar por el aceite de alta calidad

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La Hacienda de Isabel es una empresa familiar que cuenta con una larga experiencia en el sector del aceite. La cultura de la familia Zafra se basa en vocación, tradición y pasión por el aceite junto a una gran perseverancia, que han permitido a las generaciones mejorar, crecer, diversificar e innovar en el sector aceitero.

El liderazgo de Isabel transmitido a su descendencia, permite enlazar el pasado, el presente y futuro de esta familia. Hablamos de una familia preocupada por el buen hacer, por satisfacer a sus clientes, por la calidad, la sostenibilidad y la innovación. Todos estos valores forjan la identidad que, junto al respeto y disciplina, humanizan la actividad empresarial de esta familia granadina.

Actualmente, La Hacienda de Isabel comercializa, envasa y exporta aceites de alta calidad desde Granada.

Desde la ciudad granadina de Láchar, la actividad de envasado de aceites es exponencial gracias al desarrollo y a la adaptación a nuevas tecnologías y procesos productivos, que proporcionan un modelo de mejora continua. Actualmente, La Hacienda de Isabel comercializa, envasa y exporta aceites de alta calidad, teniendo su sede en el corazón de la provincia de Granada. En los últimos años esta empresa familiar se ha transformado, contando con nuevas instalaciones dotadas de la maquinaria e infraestructuras idóneas para desarrollar la actividad empresarial y que, junto a un nuevo e implicado equipo humano, posibilita tanto el desarrollo económico como de generación de oportunidades. Esto le permite posicionarse como una de las principales empresas exportadoras de aceite de la zona.

Tradición y dedicación por el aceite de alta calidad, desde el mismo corazón de Granada

Su historia está vinculada a la tierra y a sus ciclos, a la explotación agrícola de los cereales, la vid y sobre todo el olivar. La vida familiar de esta empresa surge en torno a estas materias primas, compartiendo las bondades de los productos obtenidos desde hace décadas en torno a Haciendas o cortijos de la zona de Jaén, siendo esta provincia la principal zona productora de aceite de oliva del mundo.

Hasta donde se ha podido reconstruir su genealogía familiar que remonta al S. XVIII, se establece una vinculación con la nobleza y clero de la familia Zafra. En ese periodo, la producción olivarera difería de la situación actual, y durante generaciones, la familia Zafra ha ido adaptando su producto oleico desde formas de cultivo, recolecta, como su procesamiento, molturado, almacenaje y conservación de los zumos obtenidos. A pesar de la distancia histórica existente, la trayectoria familiar de Zafra es reiterativa, ya que prematuramente abandonaron la explotación agrícola de autoconsumo por una orientación más mercantil de la producción olivarera, que, desde entonces, se ha mantenido y diversificado con el espíritu emprendedor y comercial de este linaje a través de su descendencia.

La Hacienda de Isabel es un homenaje a Isabel y madre del fundador, figura que representa los valores de la familia Zafra, con característico espíritu mercantil, emprendimiento y esfuerzo.

La Hacienda de Isabel es una empresa dedicada a la comercialización, envasado, y exportación de aceites vegetales de alta calidad.

Con larga trayectoria y conocimiento en el mundo del aceite tanto nacional como internacional, La Hacienda de Isabel cuenta con más de treinta años de experiencia en el sector.

Desde 2017, la empresa está situada en el área metropolitana de la ciudad de Granada, en la localidad de Láchar, próxima al aeropuerto de la capital y conectada con el centro urbano granadino a través de la principal vía de comunicación de Andalucía, la A-92 y escasos kilómetros de Sierra Nevada.


Actualmente la Hacienda de Isabel cuenta con unas instalaciones novedosas, de reciente adquisición, con planta de envasado, zona de almacenaje, laboratorio especializado y gran bodega que garantiza el perfecto estado de los aceites.


La empresa cuenta con un experimentado equipo humano desde el departamento de producción, ventas y administración y calidad con el objetivo común de ofrecer un servicio distintivo de calidad al consumidor desde todos los puntos de la cadena de valor.

La diversificación representa la estrategia de crecimiento a largo plazo de la empresa, así como una gestión responsable del impacto de los procesos en el medio ambiente y contribuir a la economía circular.

Dentro de las nuevas líneas de investigación y desarrollo de La Hacienda de Isabel, se encuentra el constante estudio de los beneficios del aceite de oliva para la salud humana y su contribución como elemento fundamental de la dieta mediterránea. La Hacienda de Isabel está bajo proceso de certificación de normas internacionales de seguridad alimentaria IFS y de gestión ambiental para garantizar al usuario final productos de máxima calidad a través de su compromiso con el medio ambiente, reducción de residuos y planes de mejora continua, así como la constante innovación y adaptación de formatos de producción favorables con el medio ambiente.

La internacionalización es uno de los ejes estratégicos de la empresa.

La venta internacional forma parte de nuestro ADN y contamos con un departamento de exportación dedicado a ofrecer un servicio de orientación a los clientes así como de adaptación del producto a las demanda internacional.

La Hacienda de Isabel ha invertido en una planta de envasado de última generación para poder satisfacer las expectativas de comercialización de sus clientes. En la actualidad, la empresa familiar facilita el envasado de aceite en diferentes materiales y formatos, tanto para el comercio peninsular y exportación, así como en formato de aceite a granel.

En la actualidad, esta nueva planta permite el envasado en PET, lata y vidrio para el comercio peninsular y exportación, así como cisternas de aceite a granel, para grandes empresas.

Como muestra del compromiso de calidad, La Hacienda de Isabel está en proceso de obtención de los certificados de calidad y seguridad alimentaria, basados en los protocolos IFS y BRC. Con ello se garantiza la plena seguridad de los productos alimentarios fabricados.

Fuente: La Hacienda de Isabel

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