Ron Montero es una bodega fundada en 1963 en el pueblo granadino de Motril, en el seno de una familia de gran tradición azucarera y en la que se mantienen los principios de calidad y elaboración artesanal de sus productos, mimando las materias primas y respetando los tiempos de crianza por el tradicional sistema de soleras y criaderas.
Hoy Ron Montero vende 240.000 litros de ron al año y son los motrileños, junto con aquellos que han tenido oportunidad de probarlo, sus mejores embajadores.
El 1 de abril de 1929 nace en Motril D. Francisco Montero Martín. Es el menor de seis hijos y desde su infancia estuvo en estrecho contacto con la destilería de Azucarera Montero, empresa familiar y que hoy día sigue elaborando el aguardiente de caña del ron que lleva su nombre.
En 1963, decide perseguir su sueño: elaborar un ron de máxima calidad, al más puro estilo tradicional. El camino no siempre fue fácil, pero gracias a su perseverancia y espíritu visionario y emprendedor, consiguió darle su protagonismo al ron dorado cuando todavía no era conocido por la gran mayoría del mercado español. El resultado de esta visión son Ron Pálido Montero y Ron Montero Gran Reserva.
De la tradición ronera y azucarera en la que creció, D. Francisco Montero desarrolló su propio método de elaboración, generando muchos rumores sobre su fórmula secreta. Sin embargo, él siempre insistió en que lo fundamental es: una buena materia prima, su método tradicional de elaboración y, muy importante: “no tener prisa por vender”.
Falleció en su casa el 25 de octubre de 2012, rodeado de los suyos y orgulloso de que Motril sea conocida por su ron. “Qué nadie piense que Ron Montero se va a morir, porque hay ron para rato. Yo me iré, pero Ron Montero seguirá con su misma calidad y mantendrá sus señas de identidad. La bodega se queda en buenas manos porque los que siguen, saben hacerlo; se han formado conmigo.”
En 2007, Joaquín Martín Montero, sobrino del fundador, director de la última azucarera de Europa y de la única destilería de melazas de España, compra la Bodega de Ron Montero.
Su esposa, Mª Elena Targa, se encargó de dirigir la reforma de la bodega y a menudo dirige las visitas guiadas.
Desde ese mismo año, su hija, Andrea Martín Targa es directora de la bodega; joven y emprendedora sus objetivos están claros: “mantener el espíritu del fundador y crecer poco a poco sin perder jamás la calidad que nos ha caracterizado durante todos estos años”.