Han sufrido como nadie el cierre del crédito bancario, pero por contra han buscando nuevas vías de financiación en los mercados de capitales.
El 90 por ciento del tejido empresarial lo constituyen empresas familiares. Sobre cómo les ha afectado la crisis, cómo les ha hecho evolucionar, a qué retos se enfrentan en el futuro y cómo deben preparar el relevo generacional hablamos con Raúl Gallego, director del área de bussiness development de Andbank. Gallego fue uno de los ponentes del II Foro en gestión integral del patrimonio familiar (Patrimonia) que se celebró el pasado 19 de mayo.
¿Cómo ha afectado la crisis a la empresa familiar?
Se estima que hay 1,1 millones de empresas familiares, el 90 por ciento. ¿Le ha ayudado? No, pero sí que es cierto es que han tenido que amoldarse a una situación. Lo que ha fallado en estos últimos años es el acceso al mercado de capitales por parte de la empresa familiar. En España, el 80 por ciento de la financiación es vía bancaria. A lo contrario de los países anglosajones, y con la crisis se ha reducido, especialmente en los años más duros de la crisis.
¿Cómo ha logrado sobrevivir durante estos años?
La empresa familiar ha buscado fuentes de inversión alternativas: como capital privado o mercados de capitales como el MAB o el MARF. Pero hay ocho desafíos a los que se tiene que enfrentar. Lo primero, una definición de una estrategia a largo plazo. Es fundamental para saber dónde vas. A continuación, una completa valoración de los riesgos. Los riesgos existen. Tienes que tener un plan de contigencia por si ocurre algo. También contar con un buen asesor independiente; tener un buen asesoramiento fiscal; un buen gobierno también ayuda a la hora de ganar credibilidad y repercute en tus proveedores, inversores o clientes; tener liquidez es fundamental, el acceso a los mercados permite sortear el crédito bancario y, por supuesto, una política adecuada de sucesión.
¿La crisis ha permitido abrir nuevos mercados?
La crisis siempre es dura para todos. Y aunque no podemos hablar de oportunidades, porque ha costado mucho dolor salir de esta crisis, sí que es cierto que ha obligado a inventar, ha hecho ir más allá de tus mercados naturales y, especialmente en España, donde las empresas familiares tradicionales se han ido reiventando y eso ha sido positivo.
¿Cuáles son estos cambios de los que habla?
La transformación debe llegar a todos los niveles y esto en un contexto de cambio, como los temas de buen gobierno, de liquidez, de transparencia.
Estamos en una etapa de revolución tecnológica, con nuevas formas de pago por el móvil, aparición de una generación nativa digitalmente, ¿cómo le está afectando a la empresa familiar?
La tecnología es fundamental. Si tu tienes una empresa lo que quieres son ventas y las ventas cada vez se buscan más a través de nuevos sistemas. No solo la banca ha ido evolucionando tecnológicamente, sino cualquier otro sector. Ahora, cualquier empresa nueva tiene que ir más allá de lo tradicional, buscar un público que vive más allá de la calle de al lado. Estamos en un mundo globalizado y la tecnología lo que está haciendo es cambiar la forma de comprar de las personas.
¿Qué papel jugará entonces el e-commerce?
Va a ser una pata fundamental en la empresa. Al final, la dualidad existe y tiene que existir, pero cada año que pasa el comprador que se incorpora al mercado está mucho más cómodo con las nuevas tecnologías y esto tiene que presionar al proveedor o a la empresa que tiene que evolucionar en la misma dirección.
Con la llegada de la recuperación, de la mano del consumo interno, ¿a qué desafíos se enfrentará la empresa familiar ?
El contexto es más positivo que en años anteriores y, al final, lo que tiene que ajustar la empresa familiar es la evolución y adaptación del mercado al producto. La empresa familiar debe encontrar nuevos clientes bien a través de la tecnología o con nuevos productos, pero también debe encontrar nuevos mercados y nuevas fronteras. Definir también el plan estratégico a largo plazo y, sobre todo, debemos tener preparada la nueva generación, que nos va a suceder. Y dentro de un contexto económico más positivo que el anterior, hay que valorar los riesgos a los que se enfrenta a través de un plan de contigencia, que permitirá hacer frente a las adversidades. Es decir, si algo sale algo mal que esperas que salga bien debes tener un plan B.
Pero la empresa familiar en un contexto de recuperación también puede encontrar nuevas oportunidades…
Yo creo que las oportunidades es que se encontrarán un nuevo cliente que accede al mercado y que antes estaba más retraído, gracias al consumo interno. Y eso es muy bueno para cualquier tipo de empresa. También está la posibilidad de explorar nuevos mercados: hemos perdido el miedo a salir, y esto no solo ha tenido lugar durante la crisis. Hemos encontrado nuevas zonas geográficas donde hemos empezado a producir. Resumiendo: hay oportunidades desde el punto de vista del consumo, pero también como es la propia operativa corporativa, que permitirá fusiones o adquisiciones, es decir, una serie de alternativas que antes no teníamos.
¿Y qué papel juega el buen gobierno? ¿Es tan importante rodearse de un buen equipo y que ese equipo se mantenga en el tiempo?
Dentro del apartado de buen gobierno, una de las obligaciones que debe tener para sobrevivir una empresa es que tienes que traer nuevos trabajadores, tienes que traer buenos trabajadores alineados y comprometidos con tu empresa. El buen gobierno es fundamental. El retener talento te va a permitir que tu empresa funcione a largo plazo mucho mejor y el diseño de un plan estratégico te va a permitir reterner este talento, darles una meta a los empleados ayuda a hacerles sentir parte de esa empresa…
El relevo generacional es otro punto a tener en cuenta por parte de las empresas familiares…
Nos estamos dando cuenta de que la próxima generación empieza desde cero, y es muy importante conocer los entresijos de la empresa y es uno de los puntos estratégicos que debe tener el empresario que quiera dejar su empresa.
¿Qué consejos daría para preparar ese relevo?
Es cierto que el conocimiento de la empresa de la próxima generación es fundamental. Si conoces la palanca puedes mejorar lo que te dejan o seguir con lo que te dejan. Aunque esto no debe excluir una buena perparación. Los consejeros también deben ayudar a preparar la próxima generación. El reto fundamental de las empresas familiares es preparar bien el salto generacional y no solo para asegurar su supervivencia.
